El T-Virus tiene un proceso de reproducción igual a todos los virus. Es un cristal de proteína con un núcleo de ARN. Cuando el cristal hace contacto con la membrana de la célula, la atraviesa e inserta su ARN dentro de la célula. El genoma viral dentro afecta el metabolismo de la célula
y toma el control de la misma. La célula comienza a producir nuevos
virus idénticos al original. Los nuevos virus son entonces liberados de
la célula huésped e infectan a las células vecinas, las cuales comienzan
el proceso de nuevo.
Lo que el T-Virus hace es matar cualquier mitocondria viva y reemplazar las funciones de las muertas mediante un proceso de actividad enzimática capaz de proveer energía. La energía producida es solo suficiente para activar las neuronas motoras
y aquellas de los núcleos del sistema nervioso que controlan las
funciones más primitivas y básicas del organismo expuesto al T-Virus.
Una de esas funciones es alimentarseAl reemplazar las rutas enzimáticas de la respiración y el metabolismo, el organismo no requiere de un sistema circulatorio o respiratorio, lo cual hace al corazón y los pulmones
sistemas innecesarios. El T-Virus logra acelerar la replicación del ADN
celular, hecho que permite a la célula reproducirse en un corto
período, y más aún si el tejido al que pertenece dicha célula sufre
alguna lesión o ataque; he ahí la promesa que ofrecía el T-Virus como
terapia potencial para la gente con esclerosis múltiple o enfermedades degenerativas
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